sábado, 17 de septiembre de 2011

Capitulo XIX [19]


Al instante que reconocí la voz calme mis golpes y mis patadas mientras me fijaba en el bien formado trasero que tenía prácticamente en mis narices, oh dios, paso mucho tiempo con Grace. La persona que hablaba y me cargaba como si no pesara nada era Lucas.<3!

         Conmigo aún en su hombro, Lucas sale del local. Sentí muchas miradas en nosotros pero no le di importancia. La verdad me encantaba que me cargara, pero la incomoda posición empezó a marearme. Caminamos como dos cuadras en un silencio algo incomodo para mi. Después frenó dejándome en el suelo para luego abrir la puerta de un despampanante BMW descapotable negro. Lo mire con un sonrisa y dije

-Te admiro, cargarme tanto tiempo debe ser una misión muy difícil_ y me subí en el asiento copiloto de ese carro tan llamativo

         Vi como se reía y pasaba por al frente del carro hasta llegar a su asiento. Me dedico una mirada cómplice y arranco el automóvil, se formo por pocos segundos un silencio pero para nada incomodo por suerte. Mientras tanto yo muy curiosa, me dedicaba a absorber cada pequeño detalle de aquel lujoso automóvil, nunca me había montado un carro tan caro. El guapo chico a mi lado lo noto rápidamente y preguntó

-Te brillan los ojos ¿nunca te habías montado en un carro así?_ aunque tenia toda la razón del mundo sentí que estaba hiriendo mi orgullo, pero cuando lo mire todo cambio, tenia una mirada de un niño llena de ternura y me dejaba ver su dentadura formando una sonrisa perfecta, claro eso termino rápido ya que estaba conduciendo y debía devolver la mirada a la carretera.
-La verdad es que no, nunca había pasado de un carro de un viejo amigo, pero ya no me acuerdo que marca era solo se que sé veía bastante caro. Me imagino que lo era, no se nada de carros_ admití encogiéndome en hombros
-Entonces si no te gustan los carros, ¿Qué te gusta?
-Fácil… mi mundo son los libros y la música, no imagino que haya algo mejor que eso_ y era verdad, cantar una canción a solas con mi guitarra o leer un poco mientras escuchaba un poco de música clásica era lo mejor que podía pedir de un día libre. No soy muy fiestera.
-¿Libros y música? Mmmm _ iba a decir algo por lo interrumpí
-¿Y a ti que te gusta?
-Bueno, no creo que te importe… preferiría que solo hablemos de ti. Mis historias son algo aburridas_ soltando una graciosa risita al final

         Que extraño es este chico, con su cara de niño pequeño ya pensaba yo que era todo un galán pero al parecer no. No quiere contarme nada de el pero sigue haciendo preguntas sin importancia alguna como mi color favorito, mi cantante favorito, si prefería playa o montaña, yo estaba algo colapsada eran muchas preguntas al mismo tiempo y el no soltaba nada de información sobre él. Solo obtuve su edad la cual era 21 aunque pensé en ello como un logro, ya que este encantador muchacho ignoraba completamente mis preguntas. Pensé en ignorar las suyas también pero me perdía mucho en su mirada como para pensar algo coherente y respondía lo primero que cruzaba mi mente.

         Llegamos a un pequeño vecindario de esos en los cuales todas las casas son exactamente iguales, me pregunto como la gente consigue sus casas en un sitio como este. Luego de ese pensamiento es que note la única diferencia entre las casas, al lado de cada puerta estaba el numero de casa, y los propietarios se había tomado la molestia  de que ese pequeño detalle fuera diferente al de las demás casas. Cuando finalmente acabo el pueblo Lucas estaciono su auto frente a un pequeño restaurante con un nombre algo extraño, “Coffee Town”. Se bajo rápidamente del carro para abrirme la puerta y ayudándome a bajar dijo

-Aquí trabaja tu compañera de cuarto de la academia, raro no… también hay que decirle la noticia en el trabajo

Con un encantadora sonrisa en el rostro se puso en todo el medio de la entrada, impidiendo así el paso de gente. Dejándome afuera del establecimiento.

-Mmm ¿me darías un permiso?_ algo dudosa ya que no sabia sus intensiones al dejar varada afuera, hacia un poco (bastante) de frío así que de verdad necesitaba un café, deseaba que dejara los juegos y entráramos a tomarnos uno.

-No, espérate_ me tomo de los hombros sin ninguna delicadeza y me llevo a un pequeño banco que estaba como a 3 metros de la entrada, y muy seriamente pregunto….

2 comentarios:

  1. :O! ¡Me encantó! Lucas es muuuuuuuuuy mono. jajaja
    Publica pronto y si puedes pásate por mi blog: http://ahoraqueteconocinuncamesepararedeti.blogspot.com/
    Besos.
    Paula.

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  2. Y muy seriamente preguntó... ¡¿Qué preguntó?! ¡¡NO NOS PUEDES DEJAR ASÍ!! Esto es un pecado..mala persona ¬.¬"
    Yo que me lo he leído hipermega rápido de las ganas que tenía de leer tu historia! No nos dejes tanto tiempo, no puedo ni pienso dejar de leer tu historia!!

    Besitos <3

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